No hay contacto directo entre la llama y el aire que respira.
Sólo se usan materiales seguros de calidad superior que garantiza un vapor sano y limpio al máximo.
Estamos orgullosos de fabricar el Vaponic en Europa bajo los más estrictos controles de calidad.
Vaporizar evita la combustión y por ello constituye una alternativa sana a fumar.
Los componentes del tabaco se calientan hasta el punto en el que empiezan a hervir y convertirse en vapor.
Esto ocurre por debajo de la temperatura de combustión, la planta no prende y usted no inhala humo.
El vapor es puro y solo contiene las sustancias propias de la planta.
Se evitan subproductos nocivos como el alquitrán y otras sustancias carcinógenas que resultan de la combustión.
Tiene dos años de garantía sobre las piezas de vidrio, las piezas de silicona y el estuche tipo rotulador.